•  Un amplio panorama de la parálisis en la Comunicación Presidencial
  • Jesús Ramírez se equivocó y abrió muchos frentes que lo arrinconaron 

MENSAJE POLÍTICO


El pasado 3 de julio, por vez primera desde que inició su gobierno, el presidente Andrés Manuel López Obrador mencionó en público el nombre de César Yáñez, su más leal colaborador desde 1996.

Fue en su conferencia de prensa matutina. En estricto sentido no estaba en el contexto citarlo. López Obrador hablaba de la austeridad, de que se puede hacer mucho con pocos recursos. Dijo: “…¿Cómo hicimos la campaña? Cuatro personas, dos compañeros en la conducción de la camioneta, César Yáñez y yo. Entonces, sí ya hay más ya no me siento bien. Ya cuando de repente tengo más gente ya me enredo. ¿Para qué tantos servidores públicos? Imagínense, cinco, 10 asesores. ¿Cuándo los escucha uno o cuándo trabaja uno?”

El pasado 31 de julio, de nueva cuenta en el mismo contexto de austeridad, pero también de la relevancia de las redes sociales, lo volvió a nombrar: “Una vez les comenté y se sabe, yo hice mi campaña, anduve recorriendo el país con dos camionetas, bueno, la verdad que con una, quien manejaba, otro ayudante, César y yo y sin aparato, todo el manejo de redes sociales es con el teléfono y a grabar y a mandar; por eso reconozco lo que han significado las redes sociales, el único problema que hay es que no en todos lados hay señal y hay que estar esperando”.

¿Un mensaje presidencial de que hacían tanto con poca gente, y ahora no se ve mucho, con tanta gente?

Esto viene a cuento porque este martes, la titular de la Secretaría de Gobernación, Olga SánchezCordero, difundió un tuit en el que posa en una fotografía con César Yáñez, y dice: “Conversé con mi querido amigo César Yáñez Centeno, Coordinador General de Política y Gobierno, sobre los proyectos en marcha de la #CuartaTransformación”.

Yáñez siempre ha estado ahí, pero ya regresó a la escena pública.

Hay al menos nueve hechos que nos permiten ilustrar lo que ocurre con la comunicación presidencial, que abren la posibilidad del retorno de César Yáñez a esta responsabilidad:

1) Quienes dicen que César Yáñez estaba “castigado”, no tienen toda la información. La publicación de su boda en la revista Hola en octubre pasado, se trató de una patraña del entonces gobernador de Chiapas, Manuel Velasco. Quería que la posición de Yáñez la ocupara su colaborador, DavidLeón. Tanta molestia causó el complot de Velasco a López Obrador, que el ex mandatario chiapaneco a la fecha sigue vetado. Se le pasó la mano y afectó al presidente. Velasco no ha podido ni regresar a su escaño en el Senado de la República. En realidad nunca hubo tal castigo para Yáñez. Es sabido en Palacio Nacional que Yáñez ya le había dicho al hoy presidente, desde antes de las elecciones, que él se iba a casar en septiembre, y que ganaran o perdieran él iba a darle total prioridad a su vida matrimonial.

2) Es un hecho que la comunicación del presidente no ha funcionado, por decir lo menos. Es un desastre. Jesús Ramírez, titular de Comunicación Social de Palacio Nacional, sólo se encarga de las conferencias de prensa matutinas. Casi nunca ha viajado con el presidente a sus giras. El trato con los altos directivos y propietarios de los medios de comunicación tradicionales lo lleva directamente Julio Scherer Ibarra por instrucción presidencial. Esta es una labor adicional a la que encabeza Scherer Ibarra como Consejero Jurídico de la Presidencia.

3) Jesús Ramírez se abrió demasiados frentes con medios de comunicación, periodistas y columnistas, cuando de forma mal intencionada difundió una lista tramposa, sin contexto, sin matices y tergiversada, de los periodistas que recibieron publicidad en la administración anterior.

4) Si bien al presidente le encanta la confrontación con los medios de comunicación (con algunos en especial), Jesús Ramírez lo azuza en vez de sugerirle que matice sus comentarios. Distinto a lo que hacía Yáñez.

5) El tuit de Olga Sánchez Cordero tiene al menos una razón de fondo: Jesús Ramírez, desde Palacio Nacional, operó para que en la Secretaría de Gobernación desapareciera totalmente el área de Comunicación Social. Sánchez Cordero, para acabar pronto, no tiene jefe de prensa. Hay un enlace solamente en la dependencia, quien esta muy limitado de recursos humanos y presupuestarios.

6) En lo que va del actual Gobierno, en cuando menos cinco ocasiones López Obrador ha tenido que salir a darle un espaldarazo a Jesús Ramírez. En cuatro ocasiones lo hizo presentar (una ocasión al vapor) en la conferencia mañanera, la campaña “Juntos por la Paz”, que apenas hace unos días se lanzó en algunos medios.

7) López Obrador se molestó mucho con Jesús Ramírez, al grado de regañarlo, porque metió las manos para hacer renunciar a Fernando Coca como director del Canal 14, perteneciente al Sistema Público de Radio y Televisión del Estado Mexicano. Palabras más, palabras menos, López Obradorle dijo que le había dado un trato con rudeza innecesaria y muy grosero a Coca, quien ha sido leal con su movimiento desde hace más de 15 años. Incluso, días después López Obrador citó a Cocaen su oficina de Palacio Nacional y le prometió que lo reintegraría a la 4T. No se ha cumplido tal promesa.

8) Hace un par de semanas vino otra muy severa molestia de López Obrador con Jesús Ramírez. Resulta que en una importante revista de circulación nacional se publicaron 24 páginas de anuncios del Gobierno Federal. Sin duda ello es dilapidar recursos, porque saturan con el mensaje. Es contrario a la austeridad de la 4T. Por cierto, la revista no tiene responsabilidad alguna en lo más mínimo. Todas las campañas están centralizadas en Palacio Nacional, por lo que la autorización de las campañas es responsabilidad de Jesús Ramírez directamente. Si le falló algún subalterno, al menos hasta hoy nadie ha sido despedido por tal despilfarro oficial de recursos públicos.

9) Desde que inició el Gobierno de la 4T, propietarios, directivos de medios de comunicación y periodistas, han acudido a la oficina de César Yáñez para charlar con él. En las pláticas siempre le plantean que debe volver a hacerse cargo de la Comunicación Social, en beneficio del presidente López Obrador.

¿Ahora sí vendrá el relevo en Comunicación Social de la Presidencia? ¿Las señales indican que sí? Son preguntas, ¡eh!