MÉXICO, 30 de marzo de 2021.- El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador reiteró su reconocimiento a las secretarías de Marina y de la Defensa Nacional por su “generosa y decisiva participación en acciones de desarrollo, bienestar y paz”.

En su mensaje a la nación con motivo de los 100 días del Tercer Año de Gobierno, indicó que la actuación de soldados y marinos refrenda lealtad a las instituciones civiles y contribuye a dejar atrás la desconfianza con civiles que generaron las decisiones de los anteriores gobiernos.

Por el contrario, dijo, el apoyo de las Fuerzas Armadas en la transformación de México ha sido fundamental y estratégico para enfrentar la pandemia y emprender proyectos de infraestructura, como la construcción del Tren Maya, el nuevo aeropuerto de Tulum y el Internacional General Felipe Ángeles en Santa Lucía, y de sucursales del Banco de Bienestar y cuarteles de la Guardia Nacional, además del cambio de la prisión de las Islas Marías a centro cultural, ecológico y turístico.

Adicionalmente, el personal de la Marina y de la Defensa Nacional ejecuta el desazolve de ríos, la limpieza de playas y la operación en los viveros del programa Sembrando Vida.

Sobre su apoyo en la epidemia de Covid-19, el jefe del Ejecutivo resaltó la logística y distribución de las vacunas, al tiempo que aseguró fueron fundamentales en la conclusión de hospitales que el régimen neoliberal dejó abandonados.

En materia de seguridad, indicó que ayudan a la contención de la delincuencia organizada, el cuidado de las instalaciones estratégicas de la nación para evitar el robo de hidrocarburos y el contrabando.

Recordó que las Fuerzas Armadas ayudan a migrantes y población afectada por huracanes, inundaciones, temblores, incendios y otros siniestros, así como su reciente contribución para acabar con la corrupción en los puertos y defender la soberanía en aguas nacionales.

El jefe del Ejecutivo rechazó las acusaciones de militarización del país. Dijo que “carecen de toda lógica y, en su mayoría, de la más elemental buena fe”.

“No se ha ordenado a las Fuerzas Armadas que hagan la guerra a nadie; no se les ha pedido que vigilen u opriman a la sociedad, que violen las leyes, que coarten las libertades y, mucho menos, que se involucren en acciones represivas o violatorias de los derechos humanos”, remarcó.