El mundo de la belleza llora la partida de Leonard Lauder, quien falleció a los 92 años, dejando un legado imborrable como uno de los empresarios más visionarios de los últimos tiempos. Fue el artífice que transformó a la marca Estée Lauder en un gigante global de la cosmética, consolidándola como una de las firmas más influyentes del sector a nivel mundial.

Además de su faceta como empresario, Leonard Lauder fue un ferviente coleccionista de arte. En 2013, realizó una de las donaciones más importantes de su vida al Museo Metropolitano de Arte de Nueva York: una colección de arte cubista valorada en mil 100 millones de dólares, que incluía obras de renombrados artistas como Picasso, Braque y Léger. Según datos de Forbes, su fortuna ascendía a 9 mil 700 millones de dólares al momento de su fallecimiento.

Nacido en 1933, Leonard Lauder fue el primogénito de Estée y Joseph Lauder. Después de servir en la Marina de los Estados Unidos, se incorporó a la empresa familiar en 1958. A través de una visión estratégica excepcional, logró transformar la marca Estée Lauder en un imperio global que, hoy en día, se encuentra en más de 150 países y cuenta con un portafolio que incluye marcas icónicas como Clinique, MAC y Bobbi Brown.

Durante su gestión, los ingresos anuales de la compañía experimentaron un crecimiento espectacular, pasando de 800 mil dólares a 7 mil 300 millones en 2009. Fue pionero en la creación de conceptos innovadores, como el famoso «índice del pintalabios», que sostiene que durante períodos de crisis económica, la venta de labiales tiende a aumentar debido a que son vistos como pequeños lujos asequibles.

El deceso de Leonard Lauder ocurrió en su residencia en Manhattan, Nueva York, rodeado por sus seres queridos. La triste noticia fue confirmada por The Estée Lauder Companies mediante un comunicado oficial, en el cual lo describieron como «un verdadero visionario, un líder intrépido y un faro para toda una industria».

En sus palabras, su hijo William P. Lauder, actual presidente ejecutivo de la compañía, expresó:

“Mi padre fue ante todo un hombre que practicó la bondad con todos los que conoció. Su impacto fue inmenso. Creía firmemente que sus empleados eran el corazón y el alma de la empresa. Lo adoraban y disfrutaban pasar tiempo con él. Su calidez y consideración dejaron una huella indeleble en nuestra compañía, en la industria de la belleza y, por supuesto, en nuestra familia. Junto con mi familia, The Estée Lauder Companies y las innumerables personas que tocó, celebramos su vida extraordinaria”.

La marca Estée Lauder también rindió tributo a su legado a través de sus canales oficiales, destacando su contribución a la industria de la belleza y su capacidad para transformar el sector.

Este fallecimiento marca el cierre de una etapa trascendental para la marca Estée Lauder, pero la compañía ha tomado medidas para garantizar la continuidad de su legado. William P. Lauder sigue al frente de la compañía como presidente ejecutivo, mientras que su hermano, Gary M. Lauder, ocupa un puesto en el consejo de administración.

A pesar de los recientes desafíos que ha enfrentado la empresa, incluyendo una reestructuración que implicó la eliminación de 7 mil empleos, Estée Lauder sigue siendo un referente en la industria. Los principios y visión de Leonard Lauder continúan guiando el rumbo de la compañía, que sigue siendo una de las marcas de cosméticos más importantes y reconocidas del mundo.

El legado de Leonard Lauder permanece vivo en cada innovación, producto y estrategia que ha definido el éxito de Estée Lauder.

Que descanse en paz.

EJ