El ayatolá Ali Jamenei, líder supremo de Irán, expresó este miércoles, en un discurso televisado, que su país nunca se rendirá ante Israel, que recientemente llevó a cabo bombardeos en instalaciones nucleares iraníes. Además, advirtió que una intervención militar por parte de Washington provocaría daños irreparables en la región.
“La nación iraní se opone firmemente a una guerra impuesta, así como a una paz forzada. Nunca nos rendiremos a los dictados de nadie”, afirmó Jamenei en su mensaje, enviando un claro mensaje de resistencia ante las amenazas externas.
El líder iraní también lanzó una advertencia directa a Estados Unidos: “Los norteamericanos deben saber que cualquier intervención militar implicará daños irreparables”, denunciando las declaraciones “inaceptables” del expresidente Donald Trump, quien previamente había amenazado con atacar a Jamenei, alimentando las tensiones en medio del conflicto.
La escalada bélica se intensificó tras los bombardeos israelíes en territorio iraní, que justificó como una medida para evitar que Irán obtenga armas nucleares, un objetivo que Teherán niega rotundamente. La ofensiva israelí paralizó las negociaciones en curso entre Washington y Teherán para limitar el programa nuclear iraní a cambio de aliviar sanciones económicas.
Estados Unidos ha declarado que no participó en el ataque inicial y mantiene su postura de buscar una solución diplomática, aunque las recientes declaraciones hostiles de Trump sugieren un posible cambio de postura.
El Ejército iraní advirtió sobre posibles ataques “punitivos” contra Israel y llamó a la población de Tel Aviv y Haifa a evacuar esas grandes ciudades. Poco después, los Guardianes de la Revolución informaron haber lanzado misiles balísticos hipersónicos Fattah-1 contra territorio israelí.
Durante la noche, las fuerzas armadas israelíes activaron alertas aéreas tras detectar diez misiles balísticos disparados desde Irán, la mayoría de los cuales fueron interceptados. Además, las defensas israelíes lograron abatir dos drones en la región del mar Muerto, y un dron israelí fue derribado por un misil tierra-aire sobre Irán.
Israel respondió con un ataque aéreo que involucró más de 50 aviones, dirigido a un centro de producción de centrifugadoras de uranio en Teherán y varias instalaciones relacionadas con la fabricación de armas y componentes de misiles tierra-tierra. El Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) confirmó que estos ataques destruyeron dos edificios en Karaj, cerca de Teherán, donde se fabricaban piezas para el programa nuclear iraní, además de un centro de investigación en la capital donde se producían y probaban rotores para centrifugadoras avanzadas.
El conflicto entre Irán e Israel, que se había mantenido latente durante décadas, se ha intensificado en los últimos días, llevando incluso a que el expresidente Donald Trump abandonara prematuramente la cumbre del G7 y convocara a su Consejo de Seguridad. En su cuenta de Truth Social, Trump afirmó que Estados Unidos controla completamente el espacio aéreo iraní y exigió la “rendición incondicional” de Teherán.
Aunque los ataques israelíes han debilitado el mando militar y el programa nuclear iraní, solo Estados Unidos cuenta con el armamento capaz de destruir en profundidad las instalaciones nucleares iraníes, como la bomba GBU-57. Por ahora, Washington ha reforzado su presencia en Medio Oriente, enviando el portaaviones Nimitz a la zona y preparando una “fuerza especial” para proteger a sus ciudadanos en la región.
EJ