México.- México pierde sus glaciares: el del Popocatépetl se declaró extinto en el año 2001; el Iztaccíhuatl conserva cinco de sus 11 cuerpos de hielo y el Pico de Orizaba se deshiela lentamente, informó Hugo Delgado Granados, investigador del Instituto de Geofísica de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Los glaciares son cuerpos de agua en forma sólida, que en época de secas se funden y aportan agua a las escorrentías sobre las cuencas que irrigan y a los mantos acuíferos. Si desaparecen los glaciares, simple y sencillamente disminuyen los flujos y no hay agua.

Investigadores, vulcanólogos y montañistas de la UNAM escalaron hasta la cumbre del Iztaccíhuatl para instalar una placa cuyo mensaje dice:

“A las generaciones futuras: Aquí existió el glaciar Ayoloco y retrocedió hasta desaparecer en 2018. En las próximas décadas los glaciares mexicanos desaparecerán irremediablemente. Esta placa es para dejar constancia de que sabíamos lo que estaba sucediendo y lo que era necesario hacer. Solo ustedes sabrán si lo hicimos”.

El principal efecto de su extinción es la disminución en la cantidad de agua que a la que tendremos acceso; además, sin las masas grandes de hielo en la parte alta de las montañas, la temperatura se incrementa, explicó Hugo Delgado Granados, investigador del Instituto de Geofísica (IGf)