Por: Héctor Valdez Hernández (TULUM EN RED)

Cancún Quintana Roo 25 de junio 2020.

Este jueves en diversos medios de Quintana Roo, estado gobernado por el conservadurismo panista, ha trascendido una de las más indignantes agresiones ocurridas al interior de la Fiscalía General del Estado, FGE, perpetrada por una de sus coordinadoras contra una subordinada que ha resultado ser víctima doble ya que después de la agresión a golpes fue despedida por órdenes directas del Fiscal General del Estado.

El aberrante hecho ocurrió al interior de la Fiscalía Especializada de Atención de Delitos Contra La Mujer y Por Razones de Género de Quintana Roo donde la criminóloga y coordinadora de peritos, Paola Noemí Pérez, también ex Policía Federal, agredió en las instalaciones de esa dependencia a su subalterna, Silvia “N”; antropóloga social recientemente contratado por la Fiscalía y con un solvente currículum académico logrado incluso en universidades europeas aunque originalmente es egresada de la universidad de Quintana Roo y oriunda de la capital, ciudad Chetumal. La joven perito que presenta, una semana después de la agresión, visibles hematomas en diversas partes del cuerpo fue contratada irónicamente para investigar patrones de violencia contra las mujeres.

Pero Silvia N, quién posterior a la agresión fue auxiliada por sus propios compañeros y presentó la denuncia correspondiente por los hechos, ha resultado víctima doble ya que unida a la brutal agresión física de su jefa fue despedida al inicio de esta semana por órdenes del Fiscal General del Estado Oscar Montes de Oca Rosales.

En una improvisada rueda de prensa ofrecida el día de ayer la víctima doble explicó que la brutal golpiza ocurrió el miércoles 17 de junio a las 10 de la mañana en su centro de trabajo, ubicado en Cancún, donde fue golpeada por su superiora inmediata, la criminóloga y coordinadora de peritos, Paola Noemí Pérez cuando esta entró muy molesta a la oficina para reclamarle sobre una supuesta inasistencia laboral.

Indicó que le recordó que por instrucciones de la propia coordinadora de peritos y debido a la pandemia, se establecieron horarios de labores en la oficina, las mujeres trabajaría lunes y miércoles, los hombres martes y jueves, los días restantes ambos grupos trabajarían desde casa y el viernes se les autorizó de descanso porque fue el Día del Empleado Estatal, se atravesó sábado y domingo, que eran sus días de descanso y al lunes 15 ya todos regresaron a la nueva normalidad.

Dijo que todo eso se lo explicó pero de cualquier manera Paola Noemí Pérez le informó que se le descontaría un día, por lo que con pruebas de oficios y capturas de pantalla, el martes 16 presentó su queja ante sus autoridades internas.

El miércoles siguiente, a las 10 de la mañana, entró la mujer a su oficina, fuera de sí y gritándole, a lo que ella contestó que bajara la voz o abriera la puerta para que todos se enteraran, a lo que su jefa, fingió que abriría la puerta pero de protó la agarró a puñetazos en la cabeza y oídos, en donde por cierto, tenía una reconstrucción; luego la tiró al piso y la siguió golpeando hasta que entraron sus compañeros a auxiliarla.

La mujer afirmó que fue atendida por elementos de la Cruz Roja. Ese mismo día presentó una denuncia ante la Fiscalía General del Estado, la cual entró con el número de carpeta 9768, por el delito de lesiones. También presentó su queja ante asuntos internos de la FGE y otra ante la Comisión de Derechos Humanos de Quintana Roo.

Por las lesiones recibidas el médico del IMSS le otorgó dos días de incapacidad, pero al regresar a laborar, el pasado lunes 22, fue notificada que su proceso interno estaba en marcha pero ella causaba baja inmediata por órdenes del Fiscal General.

Hasta el momento la Fiscalía General del Estado no ha brindado un posicionamiento oficial de estos hechos en los que se demuestra, una vez más, el clima de incertidumbre y caos que prevalece al interior de esa entidad, presuntamente salvaguarda de la justicia, pero que ha sido acusada, igual que la Policía del llamado Mando Único y del propio gobernador Carlos Joaquín de promover y ahondar, aún más, en el clima de impunidad que priva en Quintana Roo.