Sólo necesitaban un gol para escribir una gesta. Eso sería tanto como romper toda una historia de desencantos y amagos de crecimiento interrumpido en el futbol mexicano, pero no. El Tri volvió a merodear el borde del abismo y quedó eliminado del Mundial de Qatar 2022 cuando dio su mejor juego en el estadio Lusail. Vencer 2-1 a Arabia Saudita, cuando se perdieron infinidad de oportunidades para avanzar con ese esquivo gol, sabe a poco. El empate sin goles ante Polonia y la derrota 0-2 ante Argentina queda para el registro de la peor Copa del Mundo desde hace tres décadas.

Porque esto es un retroceso de treinta años, es un recuerdo de los peores años de la selección mexicana, el regreso a los tiempos de los ratoncitos verdes. México no era eliminado en fase de grupos desde Argentina 1978. Cuatro años después, en la Copa de España, ni siquiera calificó.

En este partido decisivo, cuando de verdad salieron a tratar de ganar, por fin el Tata Martino puso a jugar a Henry Martín como centro delantero. Y vaya que funcionó, abrió el marcador tras un tiro de esquina al inicio del segundo tiempo. Una asistencia hermosa, con el tacón de César Montes, y el centro delantero sólo tocó con la parte interna del botín para el primer gol.

De inmediato, cuatro minutos después, Luis Chávez, uno de los mejores de este equipo y en este partido, cobró un tiro libre que entró de manera majestuosa. Una joya que alimentó las ilusiones de una épica tricolor.

Con dos goles y Arabia desmadejada, México acariciaba la calificación con el tercer tanto muy cerca. Una anotación más en esta cancha o de Argentina que ganó 2-0 ante una demolida Polonia, podía meter al Tri a octavos de final. Pero eso sería tanto como cambiar un historial de fracasos y “ya meritos”, algo que hoy parece queda todavía más lejos que nunca.

Martín tuvo el tercero con una volea y hubo dos anulados por fuera de lugar, uno de Lozano; otro de Uriel Antuna. Gran juego que sirve para nada.

Y cuando terminaba el de Argentina 2-0 ante Polonia y sólo quedaba en manos del Tri, ahí se vino todo abajo. Arabia aprovechó un descuido y vino el gol contra México anotado por Salem Aldawsari.

Todo pudo cambiar. Nada cambió. México, como hace treinta años, fue eliminado en la fase de grupos.

Al final, Edson Álvarez dijo con lágrimas: “Estar tan cerca, tenerlo en las manos y pensamos que todo se podía definir en este partido, estuvimos cerca. Siempre lo decimos y no se consigue. Es muy frustrante estar ahí y remar contra corriente”.

Fuente: La Jornada.

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