Columna: Pensamiento Crítico

El atentado narco-terrorista sucedido en Celaya, Guanajuato que cobró la vida de Gisela Gaytán, candidata a presidenta municipal y además dejó varios heridos son hechos que representan abiertamente una medida coercitiva en contra de MORENA y de su militancia en el presente proceso electoral en dicha entidad gobernada por Diego Sinhue del PAN.

El mensaje es claro: violencia y muerte en contra de los ciudadanos de Guanajuato que osen desafiar al régimen local de corrupción ligado al Cártel de Santa Rosa de Lima (CDSRL).

El ataque armado en Celaya en contra de población civil es un evidente acto terrorista de connotación política-electoral, donde la delincuencia organizada está tomando partido por sus intereses. El Cártel de Santa Rosa de Lima encabezado por «el Marro» opera el huachicol, las extorsiones, los secuestros y el narcotráfico en el denominado triángulo del bajío, según una investigación periodística de la cadena británica BBC. Su poder paramilitar ha quedado de manifiesto en sus enfrentamientos armados contra del ejercito y la guardia nacional.

Violencia como narrativa política de la oposición

La oposición utiliza el tema de la violencia en el país como mayor bandera electoral, situación que se traduce en una mayor actividad delincuencial como parte de una estrategia política. En el análisis macro aparece Estados Unidos y su industria armamentista abasteciendo de municiones y armas largas a los diversos grupos de la delincuencia organizada en México.

Cabe señalar que el Estado Mexicano ha demandado en tribunales estadounidenses por un monto multimillonario a modo de posible indemnización a miembros de la industria armamentista por su responsabilidad en el trasiego de armas de forma ilegal que terminan en manos de sicarios.

Narco-cultura como un aspecto cultural

El otro aspecto es la narco cultura, las series de Netflix, las telenovelas de las cadenas nacionales mexicanas y la industria musical poniendo en auge los narco-corridos tumbados con el respaldo de las disqueras estadounidenses son parte de una apología a la violencia y hacia las figuras del concepto creado sobre los «narcotraficantes» como gente exitosa, millonaria y con acceso a vidas estrafalarias que son idealizadas por las producciones en los medios de comunicación.

Estamos presenciando en México la preparación de un cocktail de desestabilización política con los ingredientes perfectos, entre un fenómeno social y una operación intervencionista orquestada desde el extranjero para normalizar la violencia en México y por ende incrementar la aceptación de la narco-cultura que abastece las filas de las organizaciones delincuenciales por medio del reclutamiento voluntario de jóvenes que han sido adoctrinados por ese tipo de contenidos que únicamente funcionan como un «lavado de cerebro» para que cientos de mexicanos se conviertan en sicarios con vidas cortas en un contexto de adicciones y sueños vacíos.

La violencia es el cáncer social de México, no lo es así, el comercio y el consumo de drogas. Los EE.UU. abastecen al país de flujos enormes de dinero en efectivo y de armas para el control oculto de los cárteles como parte de una operación de intervención política y para-militar para desestabilizar a México, situación que quedó documentada en Wikileaks por medio de los cables diplomáticos filtrados sobre la operación «The fast and the furios» (rápido y furioso) donde se exhibió a las instituciones estadounidenses sin utilizar la falsa máscara de la «guerra contra el narco» y dejando al descubierto sus intenciones políticas en el control del flujo de armamento a gran escala.

Elección 2024

El Estado Mexicano debe actuar de manera contundente y frenar la narco-cultura y la apología de todos los contenidos musicales y de entretenimiento que forman parte de un problema de violencia grabe en el país, que además ya pone en riesgo la estabilidad social para desarrollar comicios libres y democráticos que garanticen la seguridad de la ciudadanía.

El PRI y el PAN representan la corrupción del sistema neoliberal, el entreguismo y el saqueo de la nación, no hay medias tintas y como dicen por ahí «fuera máscaras» rumbo al proceso electoral de 2024 donde la violencia será la principal arma retórica de la derecha conservadora que impuso a Felipe Calderón en el año 2006 por medio del fraude electoral para después desatar la actual espiral de violencia y degradación donde su propio Srio. de Seguridad García Luna formó parte de esa retórica falsa de la «guerra contra el narco» y cayó en la trampa del sistema estadounidense donde se encuentra preso por delitos de trasiego de droga a los EE.UU.

El destino social de México está en manos de sus autoridades e instituciones, se debe abatir la narco-cultura como medida prioritaria para abatir la violencia en el país.

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