El presidente salvadoreño, Nayib Bukele, obtuvo un rotundo triunfo en las elecciones presidenciales del domingo, al alcanzar un impresionante 82.9% de preferencias con el 31% de los votos contados. Este resultado lo sitúa muy por encima de los partidos tradicionales Arena y FMLN.

A pesar de cuestionamientos sobre su participación debido a la prohibición constitucional de la reelección inmediata, Bukele logró consolidar un respaldo abrumador, siendo el más cercano competidor, el candidato del FMLN, Manuel Flores, apenas con un 7%.

El plan de seguridad de Bukele, que ha reducido los homicidios a mínimos históricos, ha generado críticas por posibles excesos y violaciones a los derechos humanos. Sin embargo, los votantes, hartos de décadas de inseguridad, premiaron al mandatario con un «récord en la historia democrática del mundo», según sus palabras.

En su discurso desde el Palacio Nacional, Bukele expresó: «Estamos a punto de ganar la guerra contra las pandillas» y prometió continuar demostrando al mundo el ejemplo de El Salvador.

Además de las presidenciales, los 6.2 millones de salvadoreños votaron por los diputados del Congreso para el periodo 2024-2027. Según encuestas a boca de urna, el oficialismo habría logrado 58 de 60 escaños, dejando a la oposición pulverizada.

Bukele, el primer presidente salvadoreño reelecto en casi 100 años, ha afirmado que el régimen de excepción continuará hasta la captura del último pandillero y que mantendrá el bitcóin como moneda de curso legal. Sobre una posible reelección indefinida, no confirmó planes de reformar la Constitución, pero evitó abordar la posibilidad de un tercer mandato. México, China y otros países latinoamericanos felicitaron a Bukele por su contundente victoria y expresaron su interés en trabajar juntos.

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