Caracas.— El gobierno venezolano ha intensificado su despliegue militar en las zonas costeras del país, como parte de una estrategia defensiva frente a crecientes tensiones con Estados Unidos. Así lo anunció el ministro para la Defensa, Vladimir Padrino López, quien informó que se incrementará la presencia de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) “con todos los medios disponibles” en estados clave como Zulia, Falcón, Sucre, Nueva Esparta y Delta Amacuro.
Los focos principales del refuerzo se encuentran en la Guajira venezolana, en el extremo occidental, y en la península de Paraguaná, una zona estratégica del estado Falcón. El despliegue también abarca las fachadas marítimas del Caribe y del Atlántico, y se realiza en coordinación con la Aviación Militar Bolivariana para garantizar la vigilancia del espacio aéreo nacional.
“Nadie va a venir a hacer el trabajo por nosotros; nadie va a pisar esta tierra para hacer lo que nos toca hacer a nosotros”, declaró Padrino en un video difundido a través de redes sociales.
Contexto de tensión regional
El aumento en el movimiento militar se da luego de una serie de declaraciones cruzadas entre Caracas y Washington. Apenas unas horas antes, el presidente de EE.UU., Donald Trump, fue cuestionado por periodistas sobre la posibilidad de una acción militar directa contra Venezuela. Su respuesta fue ambigua, pero preocupante: “Se enterarán”, dijo.
Esta declaración siguió a un incidente diplomático que ha escalado rápidamente: el Departamento de Defensa de EE.UU., ahora llamado “Departamento de Guerra” por el gobierno venezolano, denunció que dos aviones F-16 venezolanos habrían sobrevolado el buque destructor estadounidense Jason Dunham, cuando navegaba en aguas internacionales del Caribe.
Trump respondió al hecho asegurando que si este tipo de acciones se repite, los militares estadounidenses tendrán autorización para derribar aeronaves venezolanas.
Defensa, soberanía y retórica
Desde el Palacio de Miraflores, la respuesta no se hizo esperar. El presidente Nicolás Maduro ordenó reforzar todos los puntos sensibles del litoral venezolano, asegurando que el país no tolerará provocaciones extranjeras. La estrategia de defensa incluye el despliegue de la Milicia Nacional Bolivariana, que según cifras oficiales ya suma más de 8 millones de combatientes civiles organizados, así como una movilización de 25 mil efectivos militares solo en la frontera occidental y las aguas del Golfo de Venezuela.
Aunque no se han ofrecido cifras exactas sobre el nuevo refuerzo costero, Padrino López reiteró que se trata de una medida preventiva y soberana, no ofensiva.
“Estamos patrullando nuestro espacio marítimo y aéreo. No vamos a ceder ni un centímetro de soberanía”, declaró el ministro.
El Caribe, escenario de disputa
La región del Mar Caribe se ha convertido en los últimos meses en un nuevo escenario de tensiones entre Estados Unidos y Venezuela. Washington sostiene que su presencia naval busca frenar el narcotráfico, pero Caracas acusa que detrás de esa narrativa hay una amenaza velada de intervención.
El gobierno bolivariano ha respondido con una estrategia de “resistencia activa”, articulando maniobras militares, reforzando sus fronteras y lanzando mensajes que apelan tanto al nacionalismo como al derecho internacional.
EJ.