Una protesta de pueblos indígenas y activistas ambientales provocó momentos de tensión en la COP30, que se celebra en Belem, norte de Brasil. El incidente ocurrió la noche del martes, cuando un grupo de manifestantes intentó ingresar por la fuerza a la ‘zona azul’, el área que concentra las negociaciones oficiales de la conferencia, según informaron medios locales como G1 y Metrópoles.
Salud y Clima— portaban pancartas y bastones. Lograron avanzar hasta la zona de acreditación antes de ser bloqueados por un cordón policial, lo que desencadenó empujones y confusión.
El grupo —integrado asimismo por médicos, estudiantes y activistas— recorrió 1,5 km desde la avenida Duque de Caxias hasta la sede de la COP30. La movilización, que reunió a unas 3.000 personas, busca visibilizar que los pueblos originarios estén en el centro de los debates globales sobre cambio climático y justicia ambiental.
La acción tuvo como consecuencia el bloqueo temporal de la salida de la zona de acreditados en el recinto. Un agente de seguridad resultó herido en el altercado, aunque la organización del evento afirmó que no se reportaron víctimas de gravedad.
La Policía y el personal de seguridad evacuaron la entrada principal y levantaron barricadas improvisadas con mesas de madera para impedir nuevos intentos de ingreso. El secretario extraordinario de la COP30, Valter Correia, informó que se activaron los protocolos de seguridad de la ONU y que no se registraron heridos graves.
El episodio marcó una de las jornadas más tensas desde el inicio de la conferencia y expuso la distancia entre las negociaciones diplomáticas y las demandas sociales que convergen en torno a la crisis climática.
