foto: France 24foto: France 24

Un operativo militar de Estados Unidos contra un barco que zarpó desde Venezuela dejó un saldo de 11 personas muertas, en lo que ya se considera uno de los incidentes más graves entre Washington y Caracas en los últimos años.

La noticia fue confirmada por el propio presidente Donald Trump, quien a través de redes sociales afirmó que se trató de un buque que presuntamente transportaba drogas hacia territorio estadounidense. Según el mandatario, no hubo bajas entre las fuerzas de EU, aunque hasta el momento el Pentágono no ha ofrecido detalles oficiales sobre el ataque.

«Acabamos de abrir fuego contra un barco, un barco con muchas drogas a bordo, proveniente de Venezuela», declaró Trump durante un acto en la Casa Blanca. El republicano aseguró que recibió la información de último momento por parte del jefe del Estado Mayor Conjunto, el general Dan Caine.

El Caribe, bajo fuego cruzado

La embarcación fue interceptada en aguas del Caribe por fuerzas navales estadounidenses, en una operación que incluyó la participación de tres destructores con sistema Aegis, submarinos de ataque y aviones de espionaje, como parte del despliegue militar que la administración Trump mantiene en la región para combatir el narcotráfico.

El secretario de Estado, Marco Rubio, respaldó la operación. A través de sus redes sociales, aseguró que el ataque fue dirigido contra una organización “designada como narcoterrorista” y que el barco formaba parte de las redes del narcotráfico internacional con origen en Venezuela.

“El sur del Caribe no será refugio para criminales”, escribió Rubio.

Acusaciones, tensiones y amenazas

Desde su regreso a la presidencia, Trump ha retomado el discurso contra el gobierno de Nicolás Maduro, al que acusa de encabezar una red criminal conocida como el Cártel de los Soles, presuntamente vinculada con grupos armados colombianos y organizaciones del narcotráfico mexicanas.

La Casa Blanca incluso mantiene vigente una recompensa de 50 millones de dólares por información que conduzca al arresto de Maduro, a quien responsabiliza del flujo de drogas como el fentanilo hacia Estados Unidos.

En respuesta al despliegue militar de EU cerca de sus aguas, el gobierno venezolano movilizó tropas y llamó a voluntarios y milicianos a “prepararse para la defensa de la patria”. Maduro denunció una amenaza militar directa: “Son ocho barcos de guerra, con 1,200 misiles y un submarino nuclear que apunta a Venezuela”, aseguró.

“El pueblo venezolano está dispuesto a entrar en lucha armada si se nos agrede. No somos una colonia, somos una nación soberana”, advirtió el mandatario desde Caracas.

¿Una guerra en puerta?

Mientras Trump sigue utilizando el combate al narcotráfico como bandera política rumbo a las elecciones, la situación en el Caribe escala peligrosamente. La autorización secreta firmada por el republicano en agosto —para permitir el uso de la fuerza contra cárteles latinoamericanos— ha puesto en alerta a la región.

Por su parte, la portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, afirmó que Estados Unidos “está dispuesto a utilizar todos los elementos de su poder” para frenar el tráfico de drogas hacia su territorio.

El ataque de este martes marca un nuevo punto de inflexión en la relación entre ambos países, y abre una incógnita peligrosa: ¿hasta dónde está dispuesto a llegar Washington para combatir el narcotráfico en América Latina?

Salir de la versión móvil