Desde el corazón de la Basílica de Guadalupe, la jefa de Gobierno capitalina, Clara Brugada Molina, aseguró que quitar armas de las calles es una forma directa de frenar la violencia que golpea a barrios y colonias.
Acompañada de la presidenta Claudia Sheinbaum, la mandataria local participó en la ceremonia por el Día Internacional de la Destrucción de Armas de Fuego, donde destacó que el programa «Sí al Desarme, Sí a la Paz» ya va por las mil armas entregadas por la gente, con 926 recolectadas este año.
“Cada arma que se destruye es una vida que se salva, una familia que se protege y un paso más para recuperar la tranquilidad en nuestras comunidades”, señaló Brugada.
Además, enfatizó que hablar de paz es también hablar de justicia social y de eliminar las desigualdades que muchas veces están detrás de la violencia. “Una pistola no solo quita una vida: también rompe hogares, divide barrios y deja cicatrices profundas en la sociedad”, añadió.
El desarme, dijo, no es solo una política pública, sino un acto de esperanza para que nadie más tenga que vivir con miedo en su propia calle.
EJ.