A 40 años de que una mujer encabezara por última vez el Tribunal Superior
de Justicia de la Ciudad de México (TSJCDMX), la magistrada Celia Marín
Sasaki considera que el Poder Judicial capitalino vive un momento histórico
para abrir paso a una presidencia femenina. Con más de tres décadas de
experiencia judicial, la magistrada sostiene que su candidatura se
fundamenta en una trayectoria sólida, en la defensa de la honradez, la
actualización permanente y la justicia social como ejes rectores de su labor.
Egresada de la Universidad Nacional Autónoma de México —donde cursó
desde la Preparatoria 6 hasta los estudios de posgrado en Derecho—, Marín
Sasaki se formó profesionalmente en el sistema penal. Durante 18 años
fungió como jueza penal y desde hace 14 es magistrada en la misma
materia. “Soy una juzgadora de carrera; conozco profundamente al Poder
Judicial y los procesos que lo sostienen”, afirmó.

A lo largo de la entrevista, la magistrada subrayó que su propuesta llega en
un momento de transformación institucional y de paridad en los espacios
públicos. “Ya tenemos una presidenta de la República, una jefa de
Gobierno, dos fiscales mujeres en la Ciudad de México, paridad en el
Congreso local y en el federal. En todos los gabinetes y poderes hay
presencia femenina. Sin embargo, el Tribunal no ha tenido una presidenta
en cuatro décadas. Es momento de la alternancia”, señaló.
Entre los diez principios que promueve en sus plataformas públicas, pidió
destacar tres que orientarían su eventual gestión: la honradez, la
actualización normativa y la justicia social.
Sobre el primer punto, explica que la honradez en la impartición de justicia
implica una conducta transparente y un compromiso absoluto con el servicio
público: “Las personas que acuden al tribunal merecen procesos limpios,
decisiones fundadas y un trato digno”.
Respecto a la actualización, la magistrada enfatizó que el sistema judicial
aún tiene pendientes derivados de la reforma procesal en materia civil y
familiar. Recordó que Naciones Unidas recomienda contar con 17 jueces
por cada 100 mil habitantes, una cifra lejana a la realidad capitalina. “Antes
teníamos cuatro juzgados por esa proporción, pero tras la eliminación de
varios órganos, ahora son menos. El acceso a la justicia es un derecho
humano y necesitamos más juzgadoras y juzgadores que atiendan la
demanda existente”, explicó.
El concepto de justicia social —que reconoce como parte de su identidad
profesional— lo define como un trato empático y accesible hacia las
personas usuarias del sistema judicial. “La justicia social es atender con
sencillez, cercanía y conocimiento. Resolver lo que en derecho
corresponde, pero hacerlo con sensibilidad ante las realidades que viven los
grupos más vulnerables”, dijo.
Marín Sasaki considera indispensable modernizar los procesos judiciales,
pero advirtió que la inteligencia artificial debe utilizarse únicamente como
apoyo técnico, nunca para sustituir el criterio jurisdiccional. Señaló que el
Poder Judicial capitalino ya tiene avances en digitalización, aunque
persisten fallas que afectan a litigantes y justiciables.
“He encontrado abogados desesperados porque la plataforma se cierra
justo cuando vence un plazo procesal. Eso no puede pasar. Las
herramientas digitales deben ser confiables, seguras y funcionales”,
destacó. Añadió que, en caso de asumir la presidencia, los primeros 100
días se dedicarían a revisar, optimizar y fortalecer estas plataformas, así
como a reducir las brechas digitales entre usuarios.
La magistrada recordó que la reforma judicial dividió al Poder Judicial en
tres órganos: la administración judicial; el Tribunal de Disciplina, encargado
del control interno; y el Tribunal Superior de Justicia, responsable
enteramente de la función jurisdiccional. Sobre este último, afirmó que el
reto central es garantizar procesos eficientes, sentencias de calidad y una
impartición de justicia cercana.
“El trabajo de la presidencia debe enfocarse en la esencia: los procesos, las
resoluciones y el acceso a la justicia. Todo lo que afecta la vida de las
personas, desde lo familiar hasta lo penal, requiere un Poder Judicial fuerte”,
señaló.
Al cierre, la magistrada destacó que la finalidad última del sistema judicial
es la construcción de paz. “Cuando alguien acude a un tribunal, lo hace
porque vive un conflicto que afecta su vida. Si no atendemos esos
problemas de fondo, podemos llevar a las personas a intentar hacerse
justicia por mano propia, y eso no debe ocurrir. Cada resolución que
emitimos es una aportación a la paz social”.

Con más de 30 años en la impartición de justicia, Marín Sasaki afirma estar
lista para asumir la presidencia del Tribunal capitalino en un contexto de
cambio institucional y mayor participación de las mujeres en los espacios
públicos. El pleno del Poder Judicial definirá en próximas semanas quién
encabezará el TSJCDMX en este nuevo ciclo de transformaciones.
