Ciudad de México.— Luego de más de 18 años de paro, los trabajadores de la mina de Cananea, en Sonora, afiliados al Sindicato Nacional Minero, dieron por concluido uno de los conflictos laborales más prolongados en la historia del país, tras aprobar un acuerdo definitivo alcanzado con la participación del Gobierno federal.
Durante casi dos décadas, los mineros de la Sección 65 enfrentaron una confrontación marcada por presiones económicas, políticas y judiciales, así como por condiciones de precariedad que incluyeron desempleo prolongado, carencias alimentarias y episodios de represión. En el transcurso de este conflicto fallecieron al menos 52 trabajadores, de acuerdo con el recuento del gremio.
La resolución fue avalada por unanimidad en una asamblea general realizada en las instalaciones sindicales de Cananea, donde se respaldaron los términos de un Plan de Solución Integral elaborado de manera conjunta por el Sindicato Nacional Minero y el Gobierno de México. El acuerdo contó con la intervención de la presidenta Claudia Sheinbaum, así como de las secretarías de Gobernación y de Trabajo y Previsión Social, además del gobierno del estado de Sonora.
Napoleón Gómez Urrutia, dirigente nacional del sindicato, celebró el cierre del conflicto y destacó la resistencia de los trabajadores a lo largo de los años. En un mensaje difundido en redes sociales, afirmó que el desenlace representa el fin de una etapa marcada por abusos, injusticias y el uso de la fuerza para intentar desarticular el movimiento sindical.
Si bien reconoció que el acuerdo pone fin a una de las disputas laborales más complejas del país, Gómez Urrutia subrayó que el diálogo debe continuar para lograr soluciones en otros conflictos mineros aún vigentes, como los de Taxco, Guerrero, y Sombrerete, Zacatecas, que estallaron de manera simultánea en julio de 2007.
El Sindicato Nacional Minero detalló que el Plan de Solución Integral contempla una liquidación que respeta cláusulas sustantivas del Contrato Colectivo de Trabajo original y reconoce plenamente los derechos adquiridos de los trabajadores.
Entre los puntos centrales del acuerdo destaca la incorporación de más de 650 trabajadores y sus familias al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), lo que permitirá el acceso a servicios de salud tras años de exclusión durante el conflicto.
Asimismo, se estableció un esquema para garantizar el acceso a pensiones, considerando las particularidades de cada caso, tanto para quienes cotizan bajo la Ley del Seguro Social de 1973 como para aquellos sujetos al régimen de 1997.
El convenio también abre la posibilidad de reincorporación laboral para los trabajadores que así lo decidan y extiende sus beneficios a las viudas de los mineros fallecidos durante el prolongado paro.
Iniciada en julio de 2007, la huelga de Cananea se convirtió en un referente nacional de la lucha sindical frente al poder corporativo, originada por la defensa del contrato colectivo y por las condiciones de inseguridad en la operación minera. A pesar del desgaste económico y humano, el sindicato destacó que los trabajadores y sus familias mantuvieron la determinación de alcanzar una salida justa al conflicto.
