En una inusual reaparición pública, Andrés Manuel López Obrador presentó su nuevo libro Grandeza y aprovechó para reiterar su respaldo absoluto a la presidenta Claudia Sheinbaum. Desde su finca La Chingada, en Palenque, Chiapas, el ex mandatario dejó claro que no hará gira de presentación porque, dijo, no es caudillo ni pretende “hacerle sombra” a quien hoy encabeza el Ejecutivo.
López Obrador insistió en que su retiro de la vida política es real y definitivo. Aseguró que sólo rompería su silencio público por tres razones muy específicas: si hubiera un atentado contra la democracia, si fuese necesario defender a la Presidenta ante algún intento de ruptura institucional —“aunque no creo que eso ocurra”, añadió— o si estuviera en riesgo la soberanía nacional.
En un video de casi una hora difundido este domingo, el ex jefe del Ejecutivo relató que ahora se informa con varios días de retraso a través de un “teléfono sencillo, de recargas”, y que decidió comenzar una vida austera en su terreno de poco más de una hectárea. “Me jubilé de la política activa. No es simulación”, afirmó, al recordar lo que implicó poner fin a “casi 50 años de lucha ininterrumpida”.
Recordó que entregó la banda presidencial convencido de haber concluido un ciclo, y subrayó que durante su administración —pese a la pandemia y la crisis económica— 13.4 millones de mexicanos salieron de la pobreza. “Nunca se había logrado algo así en un sexenio”, recalcó.
López Obrador reiteró su confianza plena en Sheinbaum, a quien describió como “la mejor Presidenta del mundo” y una líder fiel al proyecto de la transformación. Llamó a cerrar filas en torno a ella y advirtió que aún “es temporada de zopilotes”. Criticó a sus adversarios políticos al señalar que no reconocen los avances del país debido al “sectarismo y fanatismo” que, aseguró, los caracteriza.
También se refirió a las visiones autoritarias de ciertos sectores conservadores: “Si ellos vieran este video, dirían que el mejor presidente es el de mano dura, una mezcla de Franco, Pinochet, Díaz Ordaz y Salinas. Una dictadura. Eso querrían”.
El ex mandatario habló además de Grandeza, un volumen de más de 600 páginas que pronto llegará a librerías. Explicó que el libro busca reivindicar la civilización mesoamericana y el legado cultural negado por siglos. Mostró un ejemplar cuya portada lo presenta frente a una cabeza olmeca y comentó que incluso le gustaría que el texto se leyera en España “para que conozcan horrores como el marcado a fuego de indígenas”.
Detalló que el llamado “humanismo mexicano” tiene dos pilares: la raíz cultural del país y su historia política. Adelantó que su siguiente obra, Gloria, se centrará precisamente en esta última.
Finalmente, compartió detalles de su vida cotidiana como escritor retirado. Contó que su esposa, Beatriz Gutiérrez Müller, permanece en la Ciudad de México para acompañar a su hijo Jesús Ernesto en su ingreso a la universidad, mientras él se mantiene en Palenque, con visitas discretas para evitar polémicas.
