Columna: Pensamiento Crítico
Es importante analizar de forma semiótica la figura de Cuauhtémoc Blanco, siendo un ex futbolista con carrera meteórica que llegó a la categoría de ídolo, gracias a la maquinaria mediática de Televisa, aunado al control de la televisora sobre la FEMEXFUT. El originario de Tepito fue inflado en el ideario popular mexicano como una «historia de éxito», «el capitalino de barrio que alcanzó la grandeza por medio de la industria del balonpié nacional».
Cuauhtémoc Blanco destacó por su talento y su extravagancia en la cancha, pero Televisa encontró en el un producto mediático al estilo de la «Rosa de Guadalupe» y por medio de una agenda televisiva, lo catapultó al estrellato nacional, data de ello, diversas participaciones televisivas, junto a Carmen Salinas o durante su «romance» con Galilea Montijo, estrella de la televisora y triunfadora de Big Brother Vip, donde Cuauhtémoc la recibió con ramo de rosas al final del reality show.
En el ocaso de su larga carrera futbolística brincó a la política como candidato del PSD a la Alcaldía de Cuernavaca, una ciudad turística caracterizada por ser un lugar de descanso para los capitalinos, donde su administración estuvo plagada de escándalos, primero por el rompimiento político con sus mentores del PSD que lo acusaron de prestarse a ser candidato y posteriormente simular ser alcalde y comprometerse a entregar la administración a Roberto Yáñez.
Como alcalde Cuernavaca estuvo cerca de ser destituido y sostuvo una enfrascada lucha política con el entonces Gobernador Graco Ramírez, mismo que terminó perdiendo electoralmente frente a la popularidad de Cuauhtémoc Blanco en la elección de 2018 donde ganó la gubernatura ya en alianza con Morena-PT-PES. Sin embargo, durante su mandato estatal rompió políticamente con el PES y de esa manera perdió gobernabilidad y el apoyo del congreso local, situación que mantuvo en el cargo al Fiscal Ulises Carmona, herencia del ex gobernador perredista Graco Rámirez.
Desde la FGE del Estado de Morelos, la administración del ídolo americanista fue boicoteada, por medio del uso faccioso de la dependencia, especialmente a través de dos carpetas de investigación por delitos penales en contra de Cuauhtémoc Blanco que dejó vigentes antes de ser destituido Ulises Carmona que inclusive solicitó el desafuero del hoy diputado federal que en su momento quiso contender internamente para la candidatura a Jefe de Gobierno de la Ciudad de México.
Una de las carpetas en contra de Cuauhtémoc Blanco es por su presunta implicación en el asesinato del empresario Juan Manuel García Bejarano de Cuernavaca, sin embargo su implicación es resultado de un testimonio que suena a un guion dictado por parte del Ministerio Público, donde presuntamente Blanco «estuvo presente» en la entrega de dinero a los sicarios y «emitió» la orden que configura el contubernio del delito como «asesino intelectual». Esa declaración e implicación forzada de Cuauhtémoc Blanco es evidentemente un montaje construido desde de la Fiscalía de Ulises Carmona.
La otra denuncia en su contra es «abuso sexual» por parte de su media hermana Nidia Blanco, que previamente cobraba en un puesto público como parte del nepotismo del entonces Gobernador de Morelos que se encargó de repartir entre sus amigos los espacios de gobierno, entre ellos; Isaac Terrazas y Germán Villa, ambos ex compañeros de Cuauhtémoc en el Club América.
Sin embargo, la denuncia de su media hermana, lejos de entregar pruebas de Cuauhtémoc Blanco como agresor, obedece a estrategia mediática donde la media hermana brinda entrevistas en medios nacionales, contexto que es utilizado bajo la bandera del feminismo con el objetivo de golpear directamente a la presidenta Claudia Sheinbaum, misma narrativa utilizada en contra de Salgado Macedonio como «agresor» para atacar al Gobierno en turno como «protector de agresores».
En síntesis, podemos identificar una operación mediática en coordinación con la oposición política que utiliza la figura de Cuauhtémoc Blanco como epicentro de un lodasal político que forma parte de la mediocridad de un sistema partidista, donde la popularidad ramplona de un ex-futbolista puede llegar a los más altos niveles como herencia de la dictadura cultural de Televisa, que desafortunadamente continua vigente con realities shows donde se promueve la degradación social.
Sumar a Cuauhtémoc Blanco no suma nada a la 4T, sin embargo, su linchamiento mediático si podría devenir en manchar la imagen de Morena. Por esa razón Ricardo Monreal operó su protección en San Lázaro, en coordinación con el PRI, dejando entrever las grietas con el PT, huérfano de Fernández Noroña y propiedad vitalicia del Mtro. Alberto Anaya, relegado por los verdes, los nuevos aliados del morenismo.
El golpe blando (soft power) en contra del gobierno en turno a través de los medios corporativos de comunicación forma parte de una agenda permanente con el objetivo de desestabilizar al país e imponer una narrativa que obedece a intereses privados que de manera permanente operan para recuperar espacios de poder. No es casualidad el uso faccioso de la información que favoreció el Gobierno de Jalisco para Televisa y Latinus en el caso del Rancho Izaguirre donde se sembró la narrativa del «campo de exterminio» en contra del Gobierno Federal para favorecer la narrativa del «narcoterrorismo» como parte integral del proyecto de intervención militar en México.
Caludia Sheinbaum heredó el aparato mediático de las mañaneras y también posee aliados importantes en los medios corporativos, sin embargo, el papel de Latinus y de Carlos Loret destacan como voceros de la oposición, no en balde ya se giró orden de aprensión en contra del ex gobernador Silvano Aureoles, presunto financiador del proyecto Latinus por medio de desvío de recursos desde el Gobierno del Estado de Michoacán.