Durante la primera mitad de 2025, la deuda pública de México alcanzó los 17 billones 796 mil 600 millones de pesos, un monto que, aunque quedó por debajo de lo que había previsto la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, representa un incremento del 6.8 por ciento en comparación con el mismo periodo del año pasado.
Al presentar los informes de finanzas públicas a junio, la dependencia informó que el gasto público disminuyó un 3.8 por ciento respecto a 2024. Esta reducción no solo afectó a los sectores autónomos, sino también a las secretarías de Estado. Sin embargo, el costo financiero de la deuda —que incluye pagos por intereses y administración de pasivos— continuó en ascenso, alcanzando los 700 mil 474.9 millones de pesos en ese periodo, un 10.8 por ciento más que en el primer semestre del año anterior.
En una conferencia de prensa, la subsecretaria de Egresos, Bertha Gómez Castro, destacó que, según las cifras preliminares del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), el Producto Interno Bruto (PIB) del segundo trimestre creció un 0.7 por ciento, ajustado por estacionalidad. Este crecimiento, que superó las expectativas del mercado, refleja la “resiliencia de la economía mexicana frente a choques externos”, señaló Gómez Castro, quien presidió la reunión en lugar del secretario de Hacienda, Edgar Amador Zamora.
Hacienda también informó que, al cierre de junio, la deuda pública representaba el 49.5 por ciento del PIB, en comparación con el 51.3 por ciento registrado al final de 2024. Esto refleja una gestión responsable que ha optimizado los vencimientos y ha contribuido a mantener la estabilidad fiscal a largo plazo.
Además, en un comunicado, la dependencia resaltó que la recaudación tributaria aumentó un 8 por ciento en términos reales en el primer semestre, la tasa más alta desde 2016 para ese periodo. Este buen desempeño se atribuye a una economía sólida, mejoras en los salarios y una administración tributaria eficiente que permite financiar programas sociales e inversión en infraestructura productiva.
Por otro lado, los ingresos petroleros continúan en caída libre, registrando una disminución del 22 por ciento en comparación con el mismo periodo del año pasado, reflejando los desafíos en el sector energético nacional.
EJ.