Ciudad de México.— La presidenta Claudia Sheinbaum Pardo cuestionó este martes los bloqueos carreteros realizados por campesinos y transportistas en diversos estados del país, al considerar que no existen motivos para esas acciones debido a que, aseguró, se mantienen abiertas mesas formales de diálogo con los sectores involucrados.
Desde Palacio Nacional, la mandataria federal señaló que detrás de algunas de estas movilizaciones hay grupos que buscan frenar la nueva Ley de Aguas Nacionales, iniciativa que —explicó— busca evitar la comercialización de los excedentes de riego y garantizar que esos volúmenes regresen a la Comisión Nacional del Agua (Conagua) para ser destinados al consumo público.
“Si no hubiera diálogo, se entendería una manifestación, pero lo hay. Entonces, ¿para qué cerrar carreteras cuando existe una mesa para atender sus inquietudes?”, expresó durante la conferencia matutina.
Sheinbaum sostuvo que el gobierno mantiene espacios de negociación en temas de agua, agricultura y seguridad. En ese contexto, retomó las declaraciones de la secretaria de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez, quien sugirió que detrás de las protestas podrían existir motivaciones políticas.
De acuerdo con la presidenta, la resistencia a la nueva Ley de Aguas proviene de quienes buscan conservar privilegios sobre el recurso hídrico, particularmente productores que cuentan con concesiones de riego y que, según afirmó, actualmente comercializan el agua sobrante.
“¿Cuál es la razón para bloquear carreteras si hay mesas de trabajo en la Cámara de Diputados? Si existe diálogo con el gobierno para atender preocupaciones en materia de seguridad, agricultura y sobre la propia ley, ¿qué sentido tiene? Y si lo que buscan es mantener el acaparamiento del agua, eso no puede continuar. Estamos transformando al país para que alcance para todas y todos”, sentenció.
La mandataria reiteró que su administración no caerá en provocaciones ni aplicará medidas represivas contra las protestas. No obstante, llamó a la ciudadanía a reconocer que, desde su perspectiva, no existe justificación para obstruir vías de comunicación “a menos que se pretenda defender un privilegio”.
Recordó que el 70 por ciento del agua en México se utiliza en distritos de riego y subrayó que la propuesta de ley busca modernizar esos sistemas con inversión pública, pero también recuperar parte del recurso concesionado para destinarlo al uso doméstico.
“Estamos impulsando que el campo use menos agua mediante la tecnificación. A cambio, quienes tienen concesiones deben devolver el excedente a Conagua para que llegue directamente a la población. Esa es la esencia de la nueva Ley de Aguas: evitar la mercantilización y garantizar que el suministro lo otorguen los municipios de forma directa”, concluyó.
