Una noche amarga para el boxeo mexicano. Saúl “Canelo” Álvarez fue superado por el estadounidense Terence “Bud” Crawford, quien firmó una victoria histórica en el Allegiant Stadium de Las Vegas al arrebatarle los títulos indiscutidos del peso supermediano por decisión unánime, con tarjetas de 116-112, 115-113 y 115-113.
El combate fue parejo en sus primeros episodios, pero poco a poco la velocidad, precisión y volumen de golpes de Crawford inclinaron la balanza a su favor. El oriundo de Omaha, Nebraska, subió dos categorías para encarar este reto y lo hizo con maestría, mostrando una clase magistral de boxeo ante un Canelo que, aunque nunca dejó de intentar, fue rebasado por un rival más rápido y cerebral.
Esta derrota representa el tercer tropiezo en la carrera profesional del tapatío, quien ahora deja su récord en 63 triunfos (39 por la vía del nocaut), tres derrotas y dos empates. En contraste, Crawford continúa invicto con marca de 42-0 y 31 nocauts, consolidándose como uno de los grandes de la era moderna.
El pleito, que marcó el debut del Allegiant Stadium como sede de boxeo, reunió a más de 60 mil aficionados, quienes atestiguaron cómo el estadounidense se convirtió en el primer pugilista en la historia en ser campeón indiscutido en tres diferentes divisiones: superligero, wélter y ahora supermediano.
Desde el arranque, el choque se perfiló como una partida de ajedrez. Canelo, en plan de contragolpeador, buscó dañar con su clásico gancho al hígado, mientras Crawford se mantuvo activo con su jab de derecha y movimientos de piernas que lo sacaban del peligro justo a tiempo.
En el cuarto round comenzaron a verse las mejores combinaciones del estadounidense, aunque el mexicano respondió con bravura. Para el noveno episodio, Canelo salió más agresivo y provocó un choque accidental de cabezas que obligó a revisar a Crawford en su esquina, aunque sin consecuencias visibles.
La recta final fue un reflejo de la pelea: Canelo presionando, pero sin lograr conectar con contundencia, y Crawford moviéndose con inteligencia, respondiendo con golpes certeros y saliendo ileso de los intercambios.
Al término del combate, ambos gladiadores se fundieron en un gesto de respeto. Canelo aceptó la derrota y reconoció el talento de su rival: “Fue un gran peleador, hizo lo que tenía que hacer y ganó limpio”. Por su parte, Crawford celebró su triunfo como uno de los más importantes de su carrera, asegurando que vencer a un campeón como Álvarez es un logro que jamás olvidará.
Con esta derrota, el futuro inmediato del Canelo queda en suspenso. Aunque aseguró que volverá más fuerte, la exigencia física de la categoría y la derrota ante Crawford podrían marcar un antes y un después en su trayectoria.
EJ.