En medio de la polémica por la presencia militar en Los Ángeles, la secretaria de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Kristi Noem, salió en defensa de la estrategia del gobierno federal, asegurando que las fuerzas armadas seguirán operando en la ciudad para «liberarla» de la inmigración indeseada. En una rueda de prensa, Noem afirmó con entusiasmo: «Hoy tenemos más recursos que ayer. Ayer teníamos más que el día anterior, así que estamos ganando impulso. Esto continuará y aumentará hasta que logremos paz en las calles de Los Ángeles».
Mientras ella daba sus declaraciones, el senador demócrata por California, Alex Padilla, fue expulsado a la fuerza de la sala cuando intentaba alzar la voz en contra de las acciones del gobierno. La oficina de Padilla reportó que, tras ser sacado, fue empujado al suelo y esposado, aunque posteriormente quedó en libertad. La decisión del presidente Donald Trump de enviar tropas a Los Ángeles, pese a las objeciones del gobernador californiano Gavin Newsom, ha generado un intenso debate nacional sobre el uso de militares en tareas policiales dentro del territorio estadounidense.
Se estima que unos 700 marines estarán en las calles de la ciudad este jueves o viernes, apoyando a unos 4,000 efectivos de la Guardia Nacional en tareas de protección de propiedades federales y en operativos de inmigración, incluyendo redadas. Noem defendió la presencia militar, argumentando que Trump tiene todo el derecho de usar toda la autoridad a su alcance.
Por su parte, el estado de California busca una orden judicial federal para detener el despliegue militar en Los Ángeles, argumentando que la presencia de las tropas viola leyes federales y que su papel debe limitarse a proteger a los agentes y la propiedad federal. La demanda también señala que el gobierno federal ya ha violado la ley al hacer que la Guardia Nacional apoye en redadas de inmigración, lo cual California considera ilegal.
Hasta ahora, las autoridades reportan que las detenciones por parte de los agentes federales superan las 1,500 personas, y que el departamento está enfocado en «decenas de miles de objetivos» en la región. Además, Noem mencionó que el Servicio de Impuestos Internos investiga posibles vínculos financieros entre las protestas y grupos políticos, aunque no hay pruebas contundentes aún.
El sábado, en medio de la tensión, se proyectarán en pantallas divididas imágenes de las tropas en las calles de Los Ángeles y Washington, donde militares acompañados de tanques y vehículos recorrerán la Avenida de la Constitución en una exhibición militar para celebrar el 250 aniversario del Ejército. En todo el país, se esperan unas 2,000 protestas contra este desfile, en una de las mayores manifestaciones contra Trump desde que regresó a la Casa Blanca en enero.
Las protestas en Los Ángeles comenzaron el viernes pasado, en respuesta a las redadas de inmigración, y desde entonces han sido en su mayoría pacíficas, aunque en algunos casos han habido incidentes de violencia contenida, como lanzamientos de fuegos artificiales y piedras a los agentes. La policía también reportó que, en una ocasión, abrió fuego con munición no letal frente al Ayuntamiento, en medio de una marcha pacífica.
Trump, por su parte, ha reafirmado su postura de deportar inmigrantes, empleando tácticas contundentes que reflejan su estilo directo y sin tapujos. El gobierno ha difundido imágenes de tropas de la Guardia Nacional protegiendo a agentes de inmigración durante redadas, lo cual, según la ley federal, está permitido. Sin embargo, California argument.
EJ