El fiscal general de Florida, James Uthmeier, ha presentado una propuesta para la creación de un centro de detención temporal para inmigrantes en los Everglades, conocido como «Alcatraz Caimán». La instalación estaría ubicada en el antiguo Aeropuerto de Entrenamiento y Transición Dade-Collier, una pista de aterrizaje en desuso en el corazón de los Everglades. Uthmeier argumenta que la ubicación, rodeada de caimanes y pitones, ofrecería una barrera natural que reduciría la necesidad de infraestructura adicional, aprovechando el aislamiento del área. La propuesta contempla que el centro tenga capacidad para alojar a más de mil inmigrantes y que pueda estar en funcionamiento en un plazo de entre 30 y 60 días tras su aprobación y construcción. Según el fiscal, esta sería una solución eficiente y de bajo costo para atender la creciente demanda de espacio en los centros de detención existentes en el estado.
No obstante, la iniciativa ha generado una fuerte polémica. Organizaciones ambientalistas y defensores de los derechos de los migrantes han expresado su preocupación. Eve Samples, directora ejecutiva de Amigos de los Everglades, advirtió sobre el impacto ambiental que implicaría la construcción en una zona ecológicamente delicada. Recordó que en 1969, esa misma organización se fundó precisamente para evitar la edificación de un aeropuerto en ese sitio, resaltando la importancia ecológica y histórica del área. Por otro lado, activistas en defensa de los derechos de los migrantes han criticado la propuesta por considerarla deshumanizante. Adriana Rivera, portavoz de la organización FLIP, señaló que la asociación del centro con «Alcatraz» y la referencia a caimanes y pitones perpetúan una narrativa de miedo y deshumanización hacia las personas migrantes.
La propuesta de «Alcatraz Caimán» se inscribe en un contexto de políticas migratorias más estrictas en Florida. El gobernador Ron DeSantis ha impulsado leyes que fortalecen la colaboración entre las autoridades locales y el Oficina de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), además de respaldar medidas para incrementar las detenciones y deportaciones de inmigrantes indocumentados. Sin embargo, aún no se conocen detalles sobre el costo del proyecto ni quién sería su financiador. Además, la iniciativa enfrenta posibles obstáculos legales y ambientales que podrían retrasar o impedir su implementación.
EJ.