Según el Ministerio de Salud palestino, el número de mártires ha alcanzado la asombrosa cifra de 22.600, de los cuales aproximadamente 58.000 sufrieron diversas heridas. La mayoría de las víctimas son niños, mujeres y ancianos inocentes desde que comenzó la guerra en Gaza el 7 de octubre.

Para agravar el horror, el Observatorio Euromediterráneo de Derechos Humanos reveló que la ocupación israelí ha destruido alrededor del 70% de las instalaciones e infraestructuras en Gaza. Esta destrucción deliberada tiene como objetivo desplazar por la fuerza a los civiles, dejándolos sin un refugio seguro.

La situación en Gaza ha llegado a un punto crítico, lo que llevó a las Naciones Unidas a advertir que la región se ha vuelto “simplemente inhabitable” debido a los intensos bombardeos israelíes. Martin Griffiths, Coordinador Humanitario de la ONU, enfatizó las terribles condiciones y afirmó que Gaza se ha convertido en un lugar de muerte y desesperación.

La guerra en curso en Gaza ha dejado a la región en un estado de sufrimiento inimaginable. Stephanie Tremblay, de la Oficina del Portavoz de la ONU, destacó que la actual respuesta humanitaria sólo cubre una pequeña fracción de las necesidades de la gente. Las restricciones a la circulación y los riesgos de seguridad plantean mayores desafíos a la hora de prestar ayuda.

Al abordar la cuestión de los planes de gobernanza posconflicto, Tremblay reiteró la importancia de trabajar hacia una solución de dos Estados. El Secretario General enfatiza la necesidad de un alto el fuego humanitario y de encontrar una manera de satisfacer las enormes necesidades de la creciente población de Gaza. La liberación de rehenes y los esfuerzos serios hacia una solución de dos Estados son esenciales para la entrega de ayuda humanitaria.

La situación ha cobrado un precio devastador entre los niños, ya que el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) emitió una advertencia, destacando que la intensificación del conflicto, la desnutrición y las enfermedades en la Franja de Gaza representan una grave amenaza para más de 1,1 millones de niños.

Fuente: Al Manar