Ciudad de México.— En un mensaje cargado de referencias históricas y críticas políticas, la presidenta Claudia Sheinbaum advirtió este 20 de noviembre que México “no dará pasos hacia atrás” y que el país no volverá “a un régimen de privilegios para unos cuantos”. Durante la inauguración del desfile por el 115 aniversario de la Revolución Mexicana, la mandataria equiparó al porfiriato con la ultraderecha contemporánea y aseguró que ningún discurso que normalice la violencia o fomente el odio tendrá cabida en la vida pública.
“El que convoca a la violencia, se equivoca; el que alienta el odio, se equivoca; el que cree que la fuerza sustituye a la justicia, se equivoca”, afirmó ante su gabinete en pleno y mandos de las fuerzas armadas, quienes portaban atuendos alusivos a la época revolucionaria.
Críticas directas a la derecha y al periodo neoliberal
Sheinbaum sostuvo que “el porfiriato de entonces es el mismo al que quieren convocar ahora: el del despojo, la esclavitud, una prensa silenciada y la paz impuesta”. A este diagnóstico sumó las “tres décadas y media de neoliberalismo”, que describió como un periodo marcado por la desigualdad, la pobreza y la corrupción.
En su discurso, la presidenta centró sus señalamientos en la ultraderecha, acusándola de utilizar la corrupción como forma de vida y de recurrir a la calumnia a través de algunos medios y comentaristas. “Nada bueno puede surgir de quienes han hecho de la mentira su herramienta política”, subrayó.
Paralelismos entre la Revolución y el presente
Al recordar la lucha revolucionaria, la mandataria enlazó los desafíos del pasado con los del presente: “El que cree que las mujeres somos débiles, se equivoca. El que piensa que las campañas de calumnias hacen mella en el pueblo, se equivoca. México vive un momento antes impensable: hoy el poder se usa para servir, no para someter”.
Llamó también a mantener la unidad nacional bajo los principios de la llamada Cuarta Transformación: “Cuando caminamos juntos, nada nos detiene. México avanza con dignidad, memoria, honestidad y justicia”.
Libertades desde abajo y gobierno sin privilegios
Sheinbaum advirtió a sus críticos que “en México ya nadie es silenciado por pensar distinto” y que las libertades se ejercen desde las bases sociales. Aseguró que el gobierno federal ya no funciona como un espacio exclusivo para élites, sino que representa “a estudiantes, trabajadores, comerciantes, jóvenes, mujeres, pueblos originarios y, sobre todo, a quienes menos tienen”.
Reiteró que su administración gobierna con austeridad, ética y honestidad: “La autoridad moral no se compra ni con todo el dinero del mundo; se construye con coherencia y convicciones”.
También sostuvo que las acusaciones contra su gobierno buscan minar su credibilidad, pero afirmó que su administración no se someterá a intereses privados, a grupos de poder ni a gobiernos extranjeros.
Mensaje del Ejército y operativo especial
En su intervención, el secretario de la Defensa Nacional, Ricardo Trevilla, destacó que la Revolución dio origen al Ejército y la Fuerza Aérea, instituciones con una vocación social que —aseguró— se mantiene vigente. Presumió además el alcance del Plan DN-III, que recientemente desplegó el mayor puente aéreo en la historia del país para atender a poblaciones afectadas por lluvias.
Desfile acortado y fuerte presencia policial
La presidenta encabezó la parada cívico-militar desde el Zócalo, donde realizó la revista de miles de integrantes de las fuerzas armadas. Desde temprano, las calles del primer cuadro estuvieron resguardadas por un amplio operativo policial, más numeroso que en años anteriores debido a convocatorias en redes para una nueva marcha de la llamada “Generación Z”.
Por primera vez en varios años, el desfile modificó su ruta: en vez de concluir en Campo Marte, terminó en el Monumento a la Revolución.
