Estados Unidos ha implementado un robusto despliegue de medidas de seguridad en respuesta a la llegada masiva de turistas por la celebración del Mundial de Clubes, evento que se llevará a cabo del 14 de junio al 13 de julio y que marcará el rumbo de futuras competencias deportivas, incluyendo el Mundial masculino que se disputará en Estados Unidos, México y Canadá el próximo año, así como los Juegos Olímpicos de Los Ángeles.
Desde la inclusión en una lista negra con miles de personas vetadas, hasta amenazas del gobierno de deportar a quienes permanezcan en el país más allá del tiempo permitido, las autoridades estadounidenses han reforzado su arsenal para garantizar el orden durante esta importante cita deportiva.
El regreso del expresidente Donald Trump a la Casa Blanca ha significado un endurecimiento en las restricciones migratorias, generando inquietud entre los millones de aficionados al fútbol que visitarán Estados Unidos en los próximos meses.
En un mensaje claro, las autoridades han enviado una advertencia a los visitantes: “Queremos que disfruten del evento, pero cuando termine, deben regresar a sus países”, expresó el vicepresidente de Estados Unidos, JD Vance, durante una rueda de prensa en la que estuvo acompañado por Trump, el presidente de la FIFA, Gianni Infantino, y la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem.
Estas medidas buscan evitar que los turistas aprovechen la celebración deportiva para establecerse de manera irregular en el país, una estrategia que cuenta con el respaldo de países como Argentina, uno de los principales seguidores del fútbol.
La administración argentina compartió con Estados Unidos una lista con los nombres de más de 15,000 personas a las que se les ha prohibido el ingreso a eventos deportivos, en un esfuerzo conjunto por fortalecer la cooperación internacional en materia de seguridad deportiva, según informó en su momento la ministra de Seguridad Nacional de Argentina, Patricia Bullrich.
Estas acciones reflejan la intención de las autoridades estadounidenses de mantener el orden y la seguridad durante uno de los eventos deportivos más importantes del año, en un contexto donde la colaboración internacional se vuelve clave para garantizar el éxito y la integridad de la competencia.
EJ