Cientos de jueces y magistrados de México se sumaron en los primeros minutos de este miércoles a la histórica huelga que llevan a cabo los trabajadores del Poder Judicial para rechazar la controvertida reforma propuesta por el presidente Andrés Manuel López Obrador.
«Hoy nos reunimos en un momento crucial para el futuro de nuestra nación (…). Nos encontramos en un punto de inflexión. Una reforma legislativa promovida por el presidente de la República, y tramitada por una mayoría parlamentaria, amenaza con socavar los pilares mismos sobre los cuales se asienta nuestro Estado de derecho«, acusó la directora de la Asociación de Magistrados y Jueces de Distrito, (Jufed), Juana Fuentes Velázquez.
La funcionaria ofreció un duro discurso al comenzar el paro de jueces y magistrados durante un acto masivo que se llevó a cabo afuera del Consejo de la Judicatura Federal, ubicado a un costado del Congreso, en donde el polémico proyecto se debatirá la semana próxima.
«Este intento de concentración del poder en una sola persona no solo es una afrenta directa a la independencia judicial, sino también un golpe mortal a la democracia que tantos, antes de nosotros, lucharon por establecer y proteger», afirmó en torno a una iniciativa que pretende que los jueces, magistrados y miembros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) sean electos a través del voto popular.
Fuentes Velázquez advirtió que, cuando el poder se concentra en manos de unos pocos, «la justicia se convierte en un instrumento de opresión y los derechos de los ciudadanos quedan relegados al capricho de quienes ostentan el poder».
También consideró que la reforma busca centralizar el poder, pone en riesgo la independencia de los jueces y el bienestar de la sociedad y convierte al Poder Judicial en un brazo del Poder Ejecutivo.
«Sin una justicia independiente las inversiones se verán afectadas, la confianza en nuestras instituciones se desmoronará y los derechos humanos quedarán a merced de una maquinaria estatal centralizada y autoritaria. Nos encaminamos a una crisis institucional sin precedentes», alertó entre aplausos de los huelguistas.
La última reforma
Los trabajadores del Poder Judicial comenzaron el paro en los primeros minutos del lunes. Por la noche, los jueces y magistrados votaron a favor de sumarse a la medida de protesta.
De esta forma, según el portal Animal Político, en la huelga ya participan más de 50.000 miembros del Poder Judicial a nivel nacional, desde intendentes, oficiales, administrativos, secretarios de acuerdos y actuarios hasta jueces de instancias superiores.
La reforma es el último gran proyecto legislativo de López Obrador, quien terminará su Gobierno el próximo 1 de octubre. Por eso aspira a que la iniciativa sea aprobada por el Congreso que, a partir del 1 de septiembre, tendrá mayoría oficialista, ya que ese día asumirán los diputados y senadores que fueron electos el pasado 2 de junio.
El proyecto ha generado una fuerte resistencia porque modificaría por completo al Poder Judicial, ya que establece que los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, los miembros del Consejo de la Judicatura Federal, los magistrados del Tribunal Electoral federal y los jueces de distrito sean votados en 2025 en unas elecciones que, por primera vez en la historia, serían abiertas a la ciudadanía.
López Obrador presentó la reforma a principios de este año y desde entonces la tensión ha ido en aumento, ya que el presidente ha denostado a los jueces con frecuentes denuncias de corrupción.
«Respeto su derecho a manifestarse, son libres», afirmó el mandatario este miércoles al volver a minimizar el impacto que puede tener la huelga.
«No pasa nada con su movimiento, no importa porque ellos no atienden a la población», insistió.